¿Quién es Feliciano Valencia?

Valencia es un comunero -cortero de caña en el lenguaje indígena- y líder Nasa. Nació en la comunidad de Canoas, en Santander de Quilichao, en una familia de nueve hermanos. Cuando la comida empezó a escasear en su casa, aún adolescente, Valencia salió del resguardo y consiguió trabajo como recolector de café en Antioquia y de algodón en Tolima.

En los años ochenta, luego de volver a Toribío, conoció al sacerdote indígena Álvaro Ulcué Chocué, un vehemente defensor de los derechos de los indígenas y líder de las primeras movilizaciones para lo que ellos llaman “recuperar de su tierra ancestral”, con tomas e invasiones a haciendas del norte del Cauca. El padre fue asesinado en 1984, según ha denunciado la comunidad, a manos de la policía y su muerte casi acaba el movimiento indígena.

“Feliciano surge de la gente que seguía al Padre Ulcué y que con toda la fuerza de la comunidad logra revivir el movimiento porque ellos se sienten un pueblo, un colectivo, allá nadie jala por su lado”, dice la documentalista Margarita Martínez, que hizo el documental Robatierras sobre esa movilización indígena.

“Fue su discípulo. El padre fue el líder de los proyectos comunitarios de los Nasa. Feliciano se formó en su escuela que construyó liderazgo a partir del aprendizaje que nos dejó el padre Ulcué”, dice Germán Valencia, hermano del detenido.

Al crimen del padre Ulcué le siguió otro hecho que marcó la historia de los Nasa: en diciembre de 1991, 20 indígenas que habían entrado a invadir la Hacienda El Nilo para “recuperar la tierra” fueron asesinados. En esa masacre participó la Policía Nacional, según lo confesó después el Estado colombiano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Tras esa masacre, el Gobierno del entonces presidente César Gaviria firmó con los indígenas del Cauca el Pacto del Nilo, en el que les prometió comprar más de 36 mil hectáreas de tierra privada y entregársela, a cambio de que ellos no siguieran invadiendo predios privados. Además, la Corte Constitucional se pronunció con un fallo en el que ordenó al gobierno resarcir a las víctimas con 15 mil hectáreas de tierras. Un acuerdo que ha sido incumplido por ambas partes y que hoy en día, tras múltiples encuentros y negociaciones ya suma el compromiso de entregar 40 mil hectáreas de tierras.

Justo en 1991, Valencia fue uno de los fundadores del proyecto comunitario Plan de Vida Yu´Lucx, que buscaba unir a los resguardos de Munchique, Los Tigres y Canoas (todos en la zona rural de Santander de Quilichao, donde nació Valencia) para hacer frente a la exclusión de los indígenas a la atención hospitalaria y escolar y como una forma de luchar en contra de las constantes divisiones entre los líderes indígenas. 

Ese fue el inicio de su trabajo comunitario que buscaba defender los derechos de su pueblo pero de forma pacífica, rechazando lo que considera la intromisión de la guerrilla en el movimiento indígena. Por eso se ganó el Premio Nacional de Paz de 2000.